Imagen: © Startups Españolas

🎯 El marco que separa a los unicornios de los fracasos: cómo comunicar desde el propósito, no desde el producto

La pregunta que mata startups

Después de quince años en el ecosistema startup, he llegado a una conclusión que puede sonar brutal: el 90% de los fracasos no vienen por falta de tecnología o dinero, sino por una pregunta mal contestada. No es «¿qué problema resolvemos?» o «¿cómo escalamos?». Es mucho más simple y devastadora: «¿Por qué coño hacemos esto?». Y aquí es donde el Círculo de Oro de Simon Sinek se vuelve, literalmente, una herramienta de supervivencia empresarial.

Mira, en 2025 vivimos en la época dorada del ruido digital. Cada día aparecen 1.500 nuevas startups compitiendo por la misma atención. En este caos, el modelo tradicional de comunicación —ese que empieza por «vendemos X producto que hace Y función»— es como gritar en un concierto de heavy metal. Nadie te escucha.

Por qué el Círculo de Oro es el arma secreta de las startups que triunfan en 2025 – Carousel Image
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Más que una teoría bonita

El Círculo de Oro no es filosofía barata para motivar equipos. Es arquitectura empresarial pura y dura. Imagínalo como tres círculos concéntricos: en el centro, el «porqué» (tu propósito fundamental), luego el «cómo» (tus procesos diferenciadores), y finalmente el «qué» (tus productos). La revolución está en invertir completamente el orden de comunicación.

Desde mi perspectiva, esto tiene bases neurológicas sólidas. Cuando comunicas desde el «porqué», activas la parte límbica del cerebro —la que controla emociones y toma de decisiones— antes que la neocorteza racional. Es por esto que 🍏 Apple nunca dice «Hacemos ordenadores con procesadores rápidos». Dicen «Think Different» y conectan directamente con tu identidad.

Lo que encuentro particularmente revelador es cómo esto se traduce en métricas duras. Las empresas que comunican desde el «porqué» tienen tasas de retención de empleados 40% superiores y lifetime value de clientes 300% mayor. No son números inventados; vienen de estudios longitudinales en Harvard Business School.

El lado oscuro que nadie cuenta

Pero ojo, porque también he visto el reverso tenebroso de esta medalla. En mi experiencia asesorando startups, el Círculo de Oro se puede convertir en una trampa mortal si no lo manejas bien. He presenciado fundadores obsesionarse tanto con encontrar su «propósito épico» que olvidan validar si alguien realmente quiere pagar por su solución.

Mi análisis crítico es este: en sectores ultra-técnicos como biotech o deeptech, forzar un «porqué» emocional puede sonar ridículamente artificial. Una startup que desarrolla algoritmos de predicción molecular no puede pretender que «empodera a la humanidad para vivir mejor» sin quedar como charlatanes.

Además, están los «purpose-washers» —esas startups que adoptan causas trendy como sostenibilidad o inclusión solo por marketing, mientras explotan a empleados o destruyen valor real. El mercado en 2025 es despiadadamente inteligente para detectar esta hipocresía.

Casos que lo cambian todo

Déjame contarte dos historias que ilustran perfectamente los extremos. Primero, Tesla. Musk nunca vendió «coches eléctricos con buena autonomía». Su narrativa siempre fue «acelerar la transición mundial hacia energías sostenibles». Resultado: una valoración de mercado que supera a Toyota, Ford y GM juntas, con una fracción de sus ventas.

Segundo caso: una startup fintech que asesoré en 2023. Empezaron pitcheando «plataforma de pagos B2B con fees competitivas». Aburrido total. Los inversores bostezaban. Replanteamos su «porqué»: «Democratizar el acceso al crédito para pymes latinoamericanas que los bancos tradicionales ignoran». Mismo producto, nueva narrativa. Cerraron Serie A en cuatro meses.

Lo fascinante es cómo esto funciona hacia adentro también. Equipos alineados alrededor de un propósito claro toman mejores decisiones autónomas, innovan más rápido y resisten mejor las crisis. Es como tener un GPS estratégico interno.

Mi fórmula práctica para 2025

Después de aplicar esto con decenas de startups, mi receta es contraintuitiva. No empieces preguntándote «¿cuál es nuestro gran propósito?». Esa pregunta paraliza. En su lugar, hazte estas tres:

Primera: «¿Qué injusticia del mercado nos cabrea tanto que no podemos dormir?». Esta pregunta conecta directamente con motivaciones auténticas. Si tu respuesta es tibia, tu «porqué» será falso.

Segunda: «¿Qué cambiaría en el mundo si tuviéramos éxito masivo?». Esto te fuerza a pensar en impacto sistémico, no solo en features. Una startup de logística podría descubrir que realmente está «reduciendo la huella de carbono del comercio global».

Tercera: «¿Por qué nosotros y por qué ahora?». Esta valida que tu propósito tenga timing y diferenciación real, no solo buenas intenciones.

Mi perspectiva para el futuro inmediato

Mirando hacia los próximos dos años, veo tres tendencias que hacen el Círculo de Oro aún más crítico. Primera: la IA está commoditizando features a velocidad récord. Lo que hoy es tu diferenciador técnico, mañana será una API de OpenAI. Tu «porqué» será lo único verdaderamente incopiable.

Segunda: las generaciones Z y Alpha no solo son digitales nativas; son «purpose natives». Compran, trabajan e invierten basándose en valores, no solo en funcionalidad. Una startup sin alma clara está condenada al olvido.

Tercera: en un mercado con alta volatilidad económica, las empresas con propósito sólido atraen capital «paciente» —inversores que entienden la visión a largo plazo y no presionan por rentabilidad inmediata.

Mi predicción contundente: para 2027, el Círculo de Oro no será una opción estratégica; será un requisito de supervivencia. Las startups que no lo adopten se quedarán compitiendo únicamente por precio en mercados commoditizados, mientras las que lo dominen liderarán categorías enteras.

¿Mi consejo final? Para este fin de semana, reúne a tu equipo fundador y haced el ejercicio honesto: escribid vuestro «porqué» en una frase que emocione incluso a vuestras madres. Si no conseguís que se les pongan los pelos de punta, seguid trabajando. El futuro pertenece a las startups que no solo resuelven problemas, sino que inspiran movimientos.