Tres emprendedores españoles han resuelto la paradoja de las casas vacías de lujo con un modelo que permite ser propietario sin las ataduras tradicionales
Hay algo fascinante en la paradoja de las segundas residencias españolas: propiedades de lujo que duermen vacías el 85% del año mientras miles de personas sueñan con acceder a ellas. VIVLA ha encontrado en esta contradicción una oportunidad de oro, creando un modelo que democratiza el acceso a inmuebles premium mientras optimiza recursos infrautilizados.
Lo que me llama la atención de esta propuesta es su simplicidad elegante: ¿por qué comprar una casa entera en Marbella si solo la vas a usar seis semanas al año? La startup española permite adquirir fracciones de entre 1/8 y 1/2 de propiedades de lujo, convirtiendo a los compradores en propietarios legales con todos los derechos pero solo la responsabilidad que realmente necesitan.
El problema que nadie quería admitir
La propuesta de VIVLA surge de una realidad incómoda del mercado inmobiliario de lujo: la ineficiencia extrema. Mientras una vivienda vacacional de alto standing permanece cerrada la mayoría del año, genera costes de mantenimiento, seguros y gestión que pueden alcanzar los 15.000 euros anuales. Paralelamente, existe una demanda creciente de acceso a experiencias exclusivas sin las ataduras de la propiedad tradicional.
Los fundadores identificaron que el cambio en los patrones de consumo post-pandemia había creado una ventana de oportunidad perfecta. Las personas valoran más la flexibilidad y las experiencias que la acumulación de bienes, pero no quieren renunciar a la seguridad y el estatus que proporciona la propiedad inmobiliaria.
Tres mentes brillantes detrás de la innovación
Lo que más me fascina del equipo fundador de VIVLA es cómo sus trayectorias previas encajan como piezas de un puzzle perfecto. Iván Rodríguez llegó con la experiencia de haber cofundado y vendido Parclick, la plataforma de parking más grande de Europa. Carlos Floría aportó su expertise en financiación inmobiliaria tras liderar el área de deuda en Inveready y fundar Gazella. Por su parte, Carlos Emilio Gómez trajo consigo años de experiencia en Google y la fundación del venture builder 7r, con dos exits exitosos en proptech durante 2021.
Esta combinación de conocimiento en marketplaces digitales, financiación inmobiliaria y operaciones tecnológicas les da una ventaja competitiva que pocos equipos pueden igualar. No están improvisando sobre la marcha; están aplicando décadas de experiencia acumulada a un problema real y masivo.
Un modelo de negocio que genera valor en cada paso
El modelo de monetización de VIVLA es particularmente ingenioso porque crea múltiples flujos de ingresos sin sobrecargar al cliente. Generan comisiones por la gestión integral de compraventa y administración de las fracciones, pero donde realmente brillan es en los servicios de valor añadido: conserjería personalizada, mantenimiento premium y experiencias exclusivas que convierten cada estancia en algo memorable.
Lo que encuentro especialmente inteligente es cómo han introducido liquidez en un mercado tradicionalmente ilíquido. Los copropietarios pueden revender su participación, algo impensable en la compraventa tradicional de segundas residencias. Su sistema inteligente de reservas garantiza un uso equitativo, eliminando los conflictos típicos de la copropiedad familiar que todos hemos visto alguna vez.
Posicionamiento estratégico frente a gigantes
En el panorama competitivo, VIVLA se enfrenta a Pacaso, el pionero estadounidense que ha marcado la pauta global del sector, y a Ukio, que opera en España pero enfocada en alquileres flexibles de estancias medias, no en copropiedad.
Su ventaja competitiva radica en algo que las multinacionales no pueden replicar fácilmente: el conocimiento profundo del mercado español y la adaptación meticulosa al marco legal nacional. Mientras Pacaso aplica un modelo estandarizado globalmente, VIVLA ofrece lo que sus fundadores definen como «la atención exclusiva de una agencia boutique con los servicios de un hotel cinco estrellas».
La curaduría de propiedades es otro diferencial clave. Colaboran exclusivamente con promotoras y agencias de primer nivel, garantizando que cada inmueble cumple estándares de lujo y ubicación que justifican la inversión fraccionada.
Crecimiento meteórico respaldado por capital inteligente
Los números de VIVLA impresionan tanto por su magnitud como por su timing. En 2022 protagonizaron una de las rondas más importantes del proptech europeo: 26 millones de euros liderados por Samaipata, con participación de FJ Labs, Extension Fund y Fasanara Capital. Esta operación la convierte en la startup de propiedad flexible mejor financiada de Europa.
El respaldo de business angels de renombre como César Azpilicueta y Pau Gasol no es casual; refleja cómo el concepto resuena incluso entre personas que podrían permitirse propiedades completas pero valoran la eficiencia y flexibilidad del modelo.
Su expansión geográfica también muestra ambición calculada: presencia consolidada en Madrid, Marbella, Sotogrande, Ibiza y Mallorca, con planes de crecimiento hacia Canarias, Costa Brava y Costa Blanca. Están construyendo una red de destinos premium que competirá directamente con los portfolios tradicionales de las inmobiliarias de lujo.
El futuro de la propiedad está aquí
Mi perspectiva es que VIVLA ha logrado algo particularmente difícil: crear un modelo de negocio que beneficia genuinamente a todas las partes involucradas. Los compradores acceden a propiedades que de otra forma estarían fuera de su alcance, los inmuebles se utilizan eficientemente generando mayor retorno, y la startup captura valor facilitando esta optimización.
En un mercado inmobiliario que ha cambiado poco en décadas, VIVLA representa exactamente el tipo de innovación que necesitábamos: inteligente, sostenible y con impacto real. La pregunta no es si el modelo funcionará, sino cuándo comenzaremos a verlo expandirse a otros segmentos del mercado inmobiliario español.