Imagen: © Startups Españolas, creada por Martin Schenk S.L.

Descubriendo la naturaleza del espíritu empresarial

El debate: ¿naturaleza o crianza?

En el cambiante mundo de las startups, surge una pregunta fundamental: ¿los emprendedores nacen o se hacen? Este es un tema que ha intrigado a los expertos durante años. Algunos argumentan que ciertos individuos simplemente tienen un ‘gen’ empresarial, mientras que otros creen firmemente que las habilidades de emprendimiento pueden ser aprendidas y perfeccionadas con el tiempo.

El ‘gen’ empresarial

Los defensores de la teoría del «emprendedor nato» sostienen que ciertas características como el liderazgo, la creatividad y la capacidad para asumir riesgos son cualidades innatas. Imagina a alguien como Steve Jobs, co-fundador de Apple Inc., quien desde temprana edad demostró una apasionada curiosidad por la electrónica.

Aprender a ser emprendedor

Por otro lado, están aquellos que creen en el poder del aprendizaje y la experiencia. Argumentan que si bien algunas personas pueden tener tendencias empresariales naturales, estas habilidades también pueden ser adquiridas. Incluso si no eres naturalmente audaz o innovador, puedes aprender estas habilidades con práctica y dedicación.

Para ilustrarlo, pensemos en Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn. Aunque no mostró un espíritu empresarial obvio en su juventud, su pasión por la tecnología y la innovación lo llevó a aprender las habilidades necesarias para convertirse en un emprendedor exitoso.

Emprendedores: una combinación de cualidades

La realidad es que la mayoría de los emprendedores son probablemente una mezcla de ambos. Pueden tener ciertas inclinaciones naturales hacia el liderazgo y la innovación, pero también han dedicado tiempo y esfuerzo para perfeccionar estas habilidades.

Por ejemplo, consideremos a Elon Musk. Si bien siempre ha tenido un interés natural en la tecnología e innovación, también ha trabajado incansablemente para adquirir conocimientos y habilidades adicionales que le han permitido llevar sus empresas al éxito.

Conclusión

El debate sobre si los emprendedores nacen o se hacen probablemente continuará durante muchos años más. Sin embargo, lo que está claro es que el éxito empresarial no depende exclusivamente ni del genio innato ni del aprendizaje constante. Más bien, parece ser una combinación de ambas facetas.

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