La startup fundada por un ex-ingeniero de OpenAI apuesta por revolucionar la forma en que encontramos información online
Perplexity.ai, una startup fundada por el ex-ingeniero de OpenAI Aravind Srinivas, se ha posicionado como una seria amenaza para el dominio de Google en el campo de la búsqueda online. Su arma secreta: un motor de búsqueda basado en inteligencia artificial que promete entender mejor las consultas de los usuarios y ofrecer respuestas más precisas y completas.
A diferencia de los buscadores tradicionales que nos devuelven una lista de enlaces, Perplexity.ai genera respuestas directas extrayendo y sintetizando información de múltiples fuentes. Esto supone un desafío de calado para Google, cuyo negocio principal sigue siendo la búsqueda y la publicidad asociada a ella.
Si Perplexity.ai logra ofrecer una experiencia de búsqueda significativamente mejor, podría erosionar la cuota de mercado de Google y capturar parte de sus ingresos publicitarios. Además, al generar respuestas directas, podría reducir la necesidad de hacer clic en los enlaces, afectando al modelo de pago por clic de Google.
Pero desafiar al gigante de Mountain View no será un camino de rosas. Google cuenta con una enorme ventaja en infraestructura, datos y recursos. Además, también está invirtiendo fuerte en IA con modelos como LaMDA. Perplexity.ai tendrá que diferenciarse lo suficiente y aportar un valor añadido real a los usuarios.
Otro reto será monetizar su tecnología de manera efectiva. Encontrar un modelo de negocio sostenible que no dependa en exceso de la publicidad puede ser complicado. Quizás explorar suscripciones premium, licenciar su tecnología o forjar alianzas estratégicas sean opciones a valorar.
En cualquier caso, Perplexity.ai es una startup a vigilar. Su fundador Aravind Srinivas atesora una sólida experiencia en IA y cuenta con el apoyo de inversores de renombre como Nat Friedman (ex-CEO de GitHub) y Jeff Bezos. Si ejecutan bien su visión, podrían ser una de las compañías que definan el futuro de la búsqueda y la interacción con la información online. Pero tendrán que demostrar que su tecnología supone realmente un salto cualitativo respecto al estado del arte actual.