La startup gallega cierra ronda seed con Mondragón y prepara expansión industrial para 2026
Néboda levanta 1,84M€: la agricultura vertical gallega pisa fuerte
Desde mi perspectiva como founder que ha visto evolucionar el ecosistema agrotech español, el cierre de la ronda seed de Néboda por 1,84 millones de euros marca un punto de inflexión interesante. No solo por las cifras, sino por lo que representa: Galicia posicionándose como hub agrotech cuando tradicionalmente asociábamos esta región con sectores primarios más clásicos.
Lo que me resulta particularmente relevante de esta noticia es la corrección en el perfil de inversores. Inicialmente se mencionó a Inveready como lead investor, pero las fuentes oficiales confirman que la ronda está liderada por Clave Capital (Mondragón Fondo de Promoción II), UNIRISCO, Xesgalicia, Eatable Adventures y CDTI Innovación. Esto dice mucho sobre el tipo de capital que está apostando por agrotech: fondos con perfil industrial y conocimiento sectorial profundo.
El modelo plug&play que está llamando la atención
Mi análisis como emprendedor en el sector sugiere que Néboda ha encontrado un sweet spot interesante. Su enfoque de microgranjas robotizadas plug&play para instaladores locales es inteligente por varias razones que desde las trincheras técnicas valoro especialmente:
- Escalabilidad sin megalaboratorios urbanos: Evitan los costes prohibitivos que vemos en gigantes como Infarm
- Software propio de control: Crucial para mantener márgenes y no depender de third parties
- Adaptación territorial: Su modelo funciona en entornos rurales donde la competencia es menor
Comparando con sus competidores nacionales como Ekonoke (especializada en hidroponía para cerveceras) o Agraz (vertical farming modular para exportación), Néboda destaca por su estrategia descentralizada. Mientras otros buscan grandes contratos urbanos, ellos apuestan por una red de pequeñas instalaciones con alta replicabilidad.
Números que importan desde mi experiencia
La cifra de 1,84M€ es sólida para una seed en el ecosistema español actual. Lo que me parece especialmente inteligente es que ya están preparando terreno para una Serie A en 2026, lo que indica una planificación de fundraising bien estructurada.
Sus métricas operativas también me llaman la atención:
- Su granja piloto de 500 m² produce 10 toneladas anuales
- Reducción del 90% en consumo de agua
- Eliminación casi total de pesticidas
Desde mi conocimiento del sector, estos números son competitivos, especialmente considerando que operan desde Galicia con costes operativos probablemente inferiores a Barcelona o Madrid.
El contexto sectorial me resulta fascinante
Lo que observo es que el agrotech español captó más de 150 millones de euros en 2024, y Néboda se posiciona inteligentemente en un mercado global valorado en 12.000 millones para 2025. El timing es perfecto: la presión regulatoria de la UE hacia la neutralidad climática en 2050 está creando oportunidades reales para soluciones como esta.
Pero desde mi perspectiva técnica, hay retos que no podemos ignorar:
Ventajas y desafíos desde las trincheras
Ventajas competitivas claras:
- Implementación ágil vs. gigantes internacionales
- Costes iniciales menores al evitar grandes hubs urbanos
- Software propio que les da control total del stack tecnológico
- Posicionamiento en mercados periféricos menos saturados
Retos que veo como críticos:
- Dependencia energética: Para mantener la narrativa sostenible necesitan asegurar suministro renovable
- Competencia por talento: La guerra por expertos en IA agraria es feroz
- Escalabilidad del modelo plug&play: Mantener calidad y control cuando creces geográficamente es complejo
Modelo de negocio B2B con potencial
Su estrategia de atacar grandes cadenas como Mercadona y restauración colectiva es acertada. Desde mi experiencia, es mucho más eficiente cerrar contratos con grandes players que fragmentarse en mil clientes pequeños. Además, su enfoque en cadena de suministro local reduce la huella de carbono, algo que cada vez valoran más los retailers.
Lo que me resulta interesante es su potencial evolución hacia alianzas industriales o franquiciados para replicar el sistema fuera de Galicia. Si ejecutan bien esta expansión, podrían convertirse en el «McDonald’s» de la agricultura vertical española.
El simbolismo de esta ronda
Más allá de los números, esta operación simboliza algo importante: la madurez del ecosistema gallego y el papel emergente del norte de España en agrotech. Cuando veo startups como Néboda conseguir tracción real desde territorios tradicionalmente no asociados con innovación tecnológica, sé que algo está cambiando en el mapa del emprendimiento español.
Su historia arranca oficialmente en 2019 (no 2022 como mencionaban algunas fuentes iniciales), impulsada por ingenieros agrónomos como Iván García Besada y Roberto Estévez Quintela. Lo que me parece relevante es cómo han sabido combinar know-how agrícola local con tecnologías punteras de IA y robótica.
Mi lectura es que el éxito de operaciones como esta no solo acelera el crecimiento de la startup, sino que redefine lo que significa hacer innovación agrícola desde la periferia: sostenible, escalable y profundamente conectada al territorio. En un país donde el 20% del consumo hortícola es importado, iniciativas como Néboda podrían ser parte de la solución a nuestra dependencia alimentaria.