Imagen: © Startups Españolas

De Barcelona al mundo: cómo esta healthtech ha captado 8,5 millones para revolucionar los ensayos clínicos

Imagínate por un momento el drama que supone para una farmacéutica descubrir que su ensayo clínico, después de meses de preparación y millones invertidos, tiene que pararse porque los criterios de selección de pacientes eran demasiado restrictivos. O que el centro hospitalario elegido no tiene la infraestructura adecuada. Estos contratiempos no solo significan pérdidas económicas astronómicas —hablamos de hasta 400.000 euros por cada modificación—, sino que retrasan el acceso de los pacientes a tratamientos que podrían salvarles la vida.

Es precisamente este laberinto kafkiano el que 🌿 Biorce ha decidido desenredar con inteligencia artificial. Esta startup barcelonesa, fundada en 2024, no es una más en el saturado mundo del healthtech. Lo que me fascina de su propuesta es cómo han conseguido traducir la complejidad del desarrollo farmacéutico en algoritmos que realmente funcionan.

La Gran Idea: Jarvis para el mundo farmacéutico

Cuando los fundadores de Biorce bautizaron su plataforma como «Jarvis», no fue casualidad. Como el asistente de inteligencia artificial de Tony Stark, su sistema actúa como un copiloto superinteligente que analiza, recomienda y optimiza cada aspecto de los ensayos clínicos. Pero a diferencia de la ciencia ficción, aquí estamos hablando de una realidad tangible que ya está transformando la industria farmacéutica europea.

La plataforma de Biorce ha procesado más de 530.000 estudios clínicos, creando una base de conocimiento que rivaliza con la memoria institucional de las farmacéuticas más veteranas. Lo que encuentro particularmente ingenioso es cómo han logrado que la IA no sustituya el criterio experto, sino que lo potencie con insights imposibles de obtener manualmente.

Su sistema puede recomendar los centros clínicos más adecuados para un ensayo específico, optimizar el diseño de protocolos, afinar criterios regulatorios y, quizás lo más valioso, acelerar el reclutamiento de pacientes. En un sector donde cada mes de retraso puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para miles de pacientes, esta capacidad de aceleración no es solo una ventaja competitiva, es una responsabilidad social.

Biorce: La startup española que está acelerando el desarrollo de medicamentos con IA - De Barcelona al mundo: cómo esta healthtech ha captado 8,5 millones para revolucionar los ensayos clínicos - Carousel Image
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El Problema que Nadie Quería Resolver

Los ensayos clínicos son, por naturaleza, un proceso meticuloso y lleno de incertidumbres. Pero lo que pocos saben es que el 70% de estos ensayos en Europa sufren retrasos crónicos, y aproximadamente el 60% requiere modificaciones costosas durante su desarrollo. Estas no son estadísticas abstractas; representan medicamentos que tardan años adicionales en llegar a los pacientes que los necesitan.

Lo que me llama la atención del enfoque de Biorce es que no han intentado reinventar la rueda, sino hacer que la rueda existente gire mucho más rápido y con mayor precisión. Han entendido que el problema no era la falta de datos —la industria farmacéutica genera cantidades masivas de información—, sino la incapacidad de procesarlos de manera inteligente para tomar mejores decisiones.

Su plataforma aborda puntos críticos como la identificación de endpoints adecuados, la optimización de criterios de inclusión y exclusión de pacientes, y la predicción de posibles obstáculos regulatorios antes de que se conviertan en problemas reales. Es como tener un GPS que no solo te dice cómo llegar a tu destino, sino que también predice dónde podrías encontrar tráfico y te sugiere rutas alternativas.

Los Arquitectos de la Revolución

Detrás de Biorce está un equipo de cuatro fundadores —Pedro Coelho, Clara Bernardes, Diogo Pisoeiro y José Faria— que combinan expertise técnica con un profundo entendimiento del sector farmacéutico. Lo que me parece especialmente relevante es que no vienen del típico perfil de Silicon Valley, sino que han construido su experiencia en el ecosistema europeo de salud digital.

Esta procedencia les ha dado una ventaja crucial: entienden las particularidades regulatorias europeas, los matices culturales de cada mercado y las dinámicas específicas del sistema sanitario continental. No es lo mismo desarrollar una solución de IA para el mercado estadounidense que para el europeo, donde las regulaciones son más estrictas y los procesos de validación más complejos.

La Experiencia como Diferencial

Aunque los detalles sobre sus trayectorias individuales no están ampliamente documentados, la composición mixta de perfiles técnicos y de negocio sugiere una comprensión integral del desafío que enfrentan. En un sector donde la experiencia regulatoria es tan valiosa como la innovación tecnológica, tener un equipo que puede navegar ambos mundos es fundamental.

Su capacidad para escalar tan rápidamente —pasando de la idea a 8,5 millones de euros en financiación en menos de un año— habla de una ejecución excepcional y una comprensión profunda del mercado objetivo.

Un Modelo de Negocio Inteligente

Biorce opera bajo un modelo B2B que me parece particularmente bien diseñado para el sector farmacéutico. En lugar de intentar disruptar completamente los procesos existentes, han optado por integrarse en el flujo de trabajo tradicional de farmacéuticas, biotecnológicas y organizaciones de investigación clínica (CROs).

Su estrategia de monetización combina licencias de uso de la plataforma con servicios de consultoría tecnológica, lo que les permite generar ingresos recurrentes mientras construyen relaciones profundas con sus clientes. Esta aproximación dual es especialmente inteligente en un sector donde la confianza se construye lentamente y donde los cambios de proveedor implican costos significativos.

La Innovación en el Matching

Lo que encuentro particularmente creativo es su capacidad para facilitar el matching entre pacientes, médicos y ensayos clínicos relevantes. Esta funcionalidad podría abrir nuevas vías de monetización en el futuro, especialmente considerando la creciente demanda de medicina personalizada y la necesidad de acelerar el reclutamiento de pacientes para ensayos específicos.

Su modelo no reemplaza la decisión experta, sino que la potencia con recomendaciones basadas en el análisis de grandes volúmenes de datos. Esta filosofía de «human-in-the-loop» es crucial en un sector altamente regulado donde la responsabilidad final siempre debe recaer en profesionales certificados.

David vs. Goliat: Compitiendo con Gigantes

En el ring de la IA aplicada al desarrollo farmacéutico, Biorce se enfrenta a pesos pesados como 🧬 BenevolentAI del Reino Unido e 🧬 Insilico Medicine de Hong Kong. Ambos competidores tienen años de ventaja y recursos significativamente mayores, pero Biorce ha encontrado su nicho diferencial en algo que me parece brillante: la especialización regional.

Mientras que BenevolentAI e Insilico Medicine tienen un enfoque global más amplio, Biorce se ha posicionado como el experto en el ecosistema español y europeo. Esta especialización les permite ofrecer una integración más profunda con las regulaciones locales, una comprensión más matizada de los sistemas sanitarios nacionales y una capacidad de validación más rápida en hospitales españoles.

La Ventaja del Conocimiento Local

Su profunda integración con el ecosistema clínico español y europeo no es solo una ventaja competitiva, es una barrera de entrada para competidores internacionales. Conocer las particularidades del sistema sanitario andaluz, las dinámicas de investigación de los hospitales catalanes o los procesos regulatorios específicos de cada comunidad autónoma es algo que no se puede importar fácilmente.

Esta proximidad geográfica y cultural les permite ofrecer un nivel de personalización y servicio que competidores globales difícilmente pueden igualar. En un sector donde la confianza es fundamental, poder mantener reuniones presenciales, entender las dinámicas locales y ofrecer soporte en tiempo real en el mismo huso horario marca una diferencia significativa.

El Cohete del Crecimiento

Los números de Biorce son, francamente, impresionantes. Conseguir 8,5 millones de euros en financiación en menos de un año no es solo un logro notable, es una declaración de intenciones. Su primera ronda de 3,5 millones con YZR Capital y Mustard Seed Maze fue seguida rápidamente por una segunda ronda de 5 millones liderada por Norrsken VC, uno de los fondos de impacto más respetados de Europa.

Lo que me resulta especialmente significativo es que Norrsken VC no es un fondo cualquiera. Se especializa en startups que combinan rentabilidad con impacto social positivo, lo que sugiere que ven en Biorce no solo una oportunidad de negocio, sino una empresa que puede generar cambios sistémicos en el acceso a medicamentos.

La Ambición Internacional

Con los recursos recién obtenidos, Biorce tiene planes de expansión hacia Estados Unidos, un mercado que representa el 40% del gasto global en desarrollo farmacéutico. Esta ambición internacional es audaz pero lógica: una vez que han demostrado su valor en el mercado europeo, el siguiente paso natural es llevar su expertise a otros continentes.

Su objetivo declarado de alcanzar ingresos de siete a ocho cifras no es solo una meta ambiciosa, es una necesidad para competir en un sector donde la escala importa. Las farmacéuticas multinacionales necesitan soluciones que puedan manejar ensayos clínicos globales, y Biorce parece estar construyendo la infraestructura necesaria para satisfacer esa demanda.

Reflexiones Finales: El Futuro de la Medicina Personalizada

Cuando pienso en el futuro de Biorce, veo más que una startup exitosa: veo una pieza fundamental en la evolución hacia una medicina más personalizada y eficiente. Su capacidad para procesar y analizar grandes volúmenes de datos clínicos no solo acelera el desarrollo de medicamentos existentes, sino que abre la puerta a terapias más precisas y tratamientos adaptados a poblaciones específicas.

Lo que encuentro más prometedor es cómo están posicionando a España como un hub de innovación en healthtech europeo. En un continente donde la regulación sanitaria es compleja y fragmentada, tener una empresa local que entiende tanto la tecnología como las particularidades regulatoriales es una ventaja estratégica enorme.

Mi intuición es que Biorce está en el momento perfecto: la presión por acelerar el desarrollo de medicamentos nunca ha sido mayor, la tecnología de IA finalmente está madura para aplicaciones clínicas serias, y el mercado europeo está buscando alternativas locales a las soluciones estadounidenses y asiáticas.

El verdadero test será cómo navegan la expansión internacional manteniendo esa ventaja diferencial que los ha llevado hasta aquí. Pero si logran replicar su modelo de especialización regional en otros mercados, podrían estar construyendo no solo una empresa exitosa, sino una nueva forma de entender cómo la inteligencia artificial puede acelerar el acceso a tratamientos que salvan vidas.